miércoles, 15 de junio de 2016

“¡Mozo!, hay un consultor en mi sopa…”

¿Cómo puede un consultor potenciar mi restaurant?



Por Martín Fabiano
@mfabiano_sg


Primero que nada, definamos el trabajo que realiza un consultor, independientemente del rubro al cual se dedique. En términos generales, es una persona que aconseja profesionalmente sobre una materia determinada.

Es erróneo pensar que un restaurant puede necesitar ayuda externa exclusivamente cuando las cosas van mal (cayeron las ventas, se elevaron los costos, bajó la calidad del menú, etcétera), también es posible contratar a un consultor para trabajar sobre lo que está bien y mejorarlo, como incrementar los márgenes, mejorar la experiencia de los clientes o hacer la operatoria más eficiente.

Ahora bien, un asesor puede ayudarnos sobre determinadas cuestiones de nuestro negocio, pero ¿cómo es posible que alguien externo conozca más que yo de mi propio restaurant?. Aunque parezca contradictorio, la respuesta es simple: nadie conoce un restaurant mejor que su propietario.

Un consultor brinda su experiencia de trabajo en establecimientos de similares características al nuestro y que han atravesado situaciones parecidas. Su capacidad reside en diagnosticar nuestra situación actual y proponer mejoras adaptadas a nuestra realidad específica. Es por ello que es importante trabajar codo a codo con quien nos asesore para poder mostrarle nuestra cultura y las particularidades de nuestra operatoria.

¿Qué debemos esperar al contratar un consultor?
  • Que aporte conocimientos específicos. Si bien como dijimos anteriormente, el propietario o gerente de un restaurant es quien mejor lo conoce, nadie lo sabe todo. Siempre hay algún tema puntual que no dominamos y es indispensable poder contar con alguien que sí lo haga y que nos pueda asesorar al respecto.
  • Que brinde ayuda intensiva de manera transitoria. Como en cualquier industria, el día a día de un restaurant plantea desafíos que deben ser atendidos. Poder contar con alguien que nos ayude a organizar el mediano y largo plazo el negocio, permitiéndonos a nosotros no descuidar la operatoria diaria, es algo más que bienvenido.
  • Que aporte un punto de vista imparcial. No siempre es fácil opinar sobre una determinada cuestión si uno está inmerso completamente en ella. A veces es necesario una opinión externa e imparcial de lo que realmente está sucediendo en nuestro negocio. Un consultor debe poder brindar recomendaciones basadas en su experiencia, despojadas de cualquier prejuicio o interés particular.


¿Qué características debe reunir?
  • Primero que nada, debe tener experiencia y saber de lo que está hablando. Ahora bien, nadie es perfecto ni tiene toda las respuestas. Un consultor no hace magia, trabaja en conjunto con el establecimiento en la búsqueda de soluciones. Quien nos asesora no debe tener todas las respuestas, pero siempre debe saber hacer las preguntas correctas.
  • Tiene que ser una persona flexible y que no tema arremangarse. De nada sirven grandes y elocuentes frases en extensos documentos si el consultor no está dispuesto a respaldarlas con su propio esfuerzo. No solo hay que decir qué hacer, sino también mostrar cómo se hace.
  • Tiene que enfocar su trabajo en brindar resultados. Es imprescindible que la persona que nos asesore, nos muestre la relación que existe entre su trabajo y nuestra rentabilidad. Ya sea a corto, mediano o largo plazo, el objetivo último de contratar a un consultor es el de ser más rentables.
  • Por último, pero no menos importante, tiene que ser una persona en quien podamos confiar. Tenemos que poder generar un vínculo de respeto y confianza mutua. No sólo debemos creer en los conocimientos que el consultor posea, sino en que podrá todo su esfuerzo y dedicación en su trabajo en nuestro restaurant.

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